
Publicado: julio 2, 2025
Creía que su celular estaba dañado, pero la habían bloqueado: el drama de una madre y el gesto que le cambió el día
Lo que parecía una simple falla técnica terminó revelando una verdad devastadora. Aurora Hernández, una adulta mayor oriunda de México, acudió a una tienda de tecnología pensando que su celular estaba dañado. Tenía meses sin recibir respuesta de sus hijos y asumía que el problema era el aparato. Nunca imaginó que el silencio se debía a algo mucho más doloroso: sus propios hijos la habían bloqueado.
Las cámaras de seguridad del establecimiento registraron el momento en que Aurora explicó angustiada que su teléfono “no servía”, ya que llevaba más de un año sin recibir llamadas ni mensajes. La mujer, de avanzada edad y con escaso conocimiento en tecnología, fue víctima del intento de estafa por parte de un vendedor, quien le pidió una elevada suma por supuestas reparaciones.
Sin embargo, la historia dio un giro inesperado gracias a la intervención de otro joven técnico de una tienda vecina, quien escuchó la situación y se ofreció a revisar el celular sin cobrarle.
“Yo solo quiero hablar con mis hijos”, le dijo Aurora con tristeza. “No entiendo por qué no me responden. Pensé que el celular estaba malo”.
El gesto que hizo la diferencia
El joven técnico, al revisar el equipo, comprobó que el teléfono no tenía ningún desperfecto. No era un problema técnico: la mujer había sido bloqueada por sus hijos. Conmovido por la situación, el muchacho tomó la iniciativa de contactarlos.
“Hola, mucho gusto. ¿Aurora Hernández es su mamá? Me trajo su celular porque no funciona. Lo único que quiere es hablar con ustedes…”, escribió a uno de los contactos de la mujer, revelando la escena más triste detrás de un simple teléfono.
Días después, uno de los hijos acudió al local junto a su madre para recoger el dispositivo. El técnico, en un gesto de humanidad, ocultó la verdadera razón del silencio para protegerla emocionalmente: “No entraban las llamadas”, le dijo.
Aurora, visiblemente emocionada, preguntó cuánto debía por el arreglo. “No me debe nada”, respondió el joven. Ella, en agradecimiento, decidió comprar algo del negocio como símbolo de gratitud.
Una historia que abre los ojos
El caso ha generado reacciones en redes sociales por la falta de empatía y abandono hacia los adultos mayores, una problemática cada vez más visible tanto en México como en Costa Rica y otros países de la región.
Aunque esta historia tuvo un final esperanzador, también evidencia una triste realidad: la soledad y el olvido que enfrentan muchas personas adultas mayores por parte de sus propias familias.
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